Sobre nosotros
Quizá este sea el texto más difícil que escribir de toda la tienda… y no es por que seamos difíciles, enrevesados o gente complicada, sino por todo lo contrario: somos sencillos como la vida misma, una pareja normal y corriente que un día decidió emprender una idea divertida pero de un modo distinto; queríamos que fuese transparente, con claridad y sin ningún tabú.
Nuestra historia
Una pareja con más de 20 años de relación, desde los 14 años juntos ( sí, todavía existen estás historias de amor, damos fe 🙂 ). Él, Rubén, un papi con la cabeza siempre llena de ideas geniales, locuras, y con una experiencia informática perfecta. Ella, Angela (yo) apasionada con todo lo que emprendo, mami y con experiencia en el turismo.
Rubén en un momento de “lucidez” soltó:
– ¡Quiero montar una sex shop online!
Angela: ¡¿Cómo?! Estás loco…
Rubén: Sí, lo he estado mirando, ya sé como hacerlo. Vamos a llenar la tienda de vibradores y juguetes para adultos, ¡lo voy a hacer!
Angela: Pues vamos a ello, aunque… no tengo ni idea.
En ese momento agradecía todas mis noches adolescentes escuchando a Lorena Berdún en el programa de radio “En tu casa o en la mía”, donde había aprendido bastante sobre sexo, técnicas sexuales y todo tipo de tecnicismos sobre la sexualidad.
Había vivido toda mi vida delante de un sexshop de aquellos tristes, oscuros, con cristales opacos… yo no quería que Dulce y Picante fuese así, tenía que ser divertido, transparente, cercano y especial.
Pero eso no iba a ser suficiente… así que mientras mi socio/pareja preparaba la tienda online, yo comencé a estudiar sobre marketing online, community management, posicionamiento web y todo lo necesario para llevar nuestra nueva idea a cabo.
La práctica la tenía, pero necesitaba conocer el producto… Así que me hice con 300 euros en juguetes eróticos para nosotros… ¡Sí! Eso fue lo mejor: tenía que conocer lo que había e iba a vender porque quería ofrecer lo mejor del mercado erótico, quería darle mi punto de vista a todo y saber cómo enfocar mi negocio y, sobre todo, conocer mucho más del mundo sexual.
Hablamos con diferentes empresas con mucha experiencia en el mundo erótico que nos enriquecieron de experiencia, sistemas de envío, producción, productos de calidad, asistimos a ferias, congresos, y nos rodeamos y conocimos personalmente a las marcas más punteras del sector, siempre innovando con los últimos juguetes eróticos y conociendo de primera mano lo que vendemos.
Tuppersex
Un año después me pidieron mi primera reunión tuppersex, una amiga me dijo:
-Y con todo lo que sabes… ¡¿por qué no haces reuniones tuppersex?!
Me pareció una idea genial, aunque debo admitir que me dio algo de miedo.
Sabía mucho sobre sexo, juguetes eróticos y cómo eran, pero… ¿iba a poder ponerme delante de un montón de gente a explicarlo?
¡Pues sí! Me armé de valor, entusiasmo y muchas ganas e invertí en mi maleta de tuppersex. Con ella fui rodando por diferentes reuniones de amigas, cumpleaños, despedidas de soltera, cenas… y me di cuenta que la gente seguía desconociendo tanto sobre el sexo que con cada reunión tenía más ganas de hacer la próxima.
Me lo pasaba tan bien como todas las asistentes que venían, aprendían y descubrían cosas sobre el sexo que no habían oído nunca, así que eso me ha dado mucha fuerza para seguir con Dulce y Picante.
Nuestro camino
No es fácil: son muchas horas de trabajo, competencia muy bestia, dedicación compaginada con otros trabajos, nuestra vida personal y sobre todo nuestra vida de pareja que, por suerte, siempre hemos sido unos buenos compañeros en la ofi.
Como he dicho nos apasionamos con todo lo que hacemos, por lo que somos muy laboriosos en todo y con cada uno de nuestros clientes.
Procuramos que todo sea perfecto, limpio y transparente; seguimos todos nuestros envíos en cada uno de los procesos hasta que llegan a la puerta de vuestra casa, siempre discretos y atentos.
En estos años hemos conocido gente maravillosa de este sector: bloggers, sex blogers, webmasters, páginas webs amigas… que nos han ayudado y acompañado a hacer más grande nuestra “idea loca” y se ha convertido como digo yo, “en mi niña bonita, Dulce y Picante”.
